Una dama en la calle y una diabla en la cama
- Susie Sucesos
- 23 may 2017
- 2 Min. de lectura

Lo que muchos hombres piensan pero no se atreven a decirle a sus parejas es que está bien que seamos mujeres elegantes, educadas, cultas y discretas pero en lo que se refiere al comportamiento social, ya que si hablamos de trasferir esta misma actitud a nuestras relaciones sexuales, entramos a cometer el error de desviar nuestro propósito de enloquecer a nuestra pareja en la cama, mientras frustramos las verdaderas intenciones que tienen ellos con nosotras.
El 80% de mis mejores amigos son hombres, lo cual me beneficia a la hora de investigarlos para entenderlos, consiguiendo analizar a su especie con detenimiento, saber cuáles son sus gustos, malestares, miedos, inseguridades y en este caso, sus deseos. Varios de los hombres con los que tengo la oportunidad de compartir interesantes conversaciones me confiesan sus fantasías sexuales, algunas comunes como lo son el estar con dos mujeres o hacerlo en lugares públicos pero otras, son verdades que las mujeres debemos conocer.
Lo significativo dentro de estas confidencias es conseguir conocer sus aspiraciones respecto a la actitud de su pareja en la cama, como les gusta que ésta se comporte o se vista durante el acto sexual, descubriendo esa atracción fatal que abriga el sexo masculino por tener relaciones con una diabla, si señoras, con una diabla, refiérase a una mujer necia, traviesa y sin tapujos.
Adentrándome en el tema, logre comprender de donde viene tal deseo y es claro, pues es mucho más emocionante acostarse con alguien que desborde pasión desenfrenada, la cual nace de la desinhibición, de la cero timidez y sobretodo, de la liberación sexual de la mujer, a estar con una persona fría, sin movimientos ni ruido.
Y me pongo a pensar, ¿Es esta la razón por la cual la mayoría de los hombres recurren a una amante? Me atrevería a decir que sí, es lamentable pero cierto ya que en el afán que sentimos algunas mujeres por ser unas “damas” dejamos a un lado esa sexualidad atrevida que es la que hace que ellos puedan como nosotras, disfrutar del sexo al 100% sin simulaciones ni aprensiones, siendo libres con nuestra sexualidad o siendo lo que quieras ser, pues en el sexo todo es válido si esto representa el goce de los dos.
En la cama debemos poder ser nosotras, esos seres que amamos tener sexo y deseamos tener pasión en el acto, igual que los hombres, dejando a un lado los estereotipos y las represiones pues el sexo es uno de los tantos regalos que la vida nos ha dado para poder disfrutarlo y experimentarlo al máximo. Por eso, la próxima vez que estemos con nuestras parejas, dejémonos llevar por la excitación y liberemos a esa mujer sexual que tenemos adentro, perdiéndonos en los cuerpos y en todo lo que sentimos, floreciendo como una dama en la calle, y una diabla en la cama.
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