Acerca de las amantes...

Bueno, quiero contarles que el tema de ayer ha causado revuelo. Algunas de mis queridas lectoras me contactaron para pedirme que profundizara en la diferencia entre una dama y una diabla, o mejor dicho, entre una esposa y una amante.

Debo confesar que este tema es uno de mis favoritos pues a raíz de mi experiencia personal he tenido que trabajar fuertemente por conocer la discrepancia entre el termino esposa y el termino amante, y admito que después de hablar con muchas personas, de mucho leer e investigar, creo haber descifrado el malestar alrededor de estas dos palabras y descorchar la unión intima que existe entre ellas.

Antes que nada, lo primero que tenemos que entender las mujeres, en especial las casadas, es que el término esposa y amante representan lo mismo ya que ambas redondean todos esos aspectos que debemos tener y defender para hacer feliz a nuestra pareja.

Como esposas, debemos ser tiernas, cultas, dulces compañeras que velan por el bienestar de su pareja mientras lo apoya en los problemas e impulsa en los retos, creciendo unidos, caminando juntos esta aventura que es la vida. Como amantes, entramos a ser mujeres sensuales, atrevidas, seductoras, inteligentes y seguras de nosotras, recordandole la mujer heroica que tiene a su lado.

¿Qué debemos ser diablas? Por supuesto, si te sientes cómoda siéndolo y tu pareja lo disfruta. Vuélvete aquella persona que nadie conoce y que solo tiene la suerte de descubrir tu esposo o novio en la intimidad de los dos. Sé apasionada, desenvuelta, sincera con tus acciones, gemidos y expresiones para poder perderte en ese momento de éxtasis y de amor, disfrutando del sexo mientras lo vuelves loco de pasión.

Ahora, frente al hecho que algunos hombres deciden recurrir al engaño y tener otra mujer (pues no voy a usar para esto la palabra amante) como he dicho antes, es una situación que podemos evitar cuidando nuestra relación con el dialogo sincero, con las palabras repletas de amor y no de regaños o desasosiegos, como es común lo haga la esposa.

También dejemos de relacionar la palabra amante con lo negativo y empecemos a abrazarla por su significado real que es, “el que ama”, por esta razón, amemos con el alma y el cuerpo, entregando todo de nosotras, sin miedo y recordando siempre el poder enérgico que tiene el amor y su esencia vigorosa que todo lo puede.

Es importante convertirnos en excelentes compañeras, sin borrar de la memoria la razón por la cual escogimos estar con esa persona y así, día a día, cerciorarnos que ninguno de los dos lo olvide. Para esto, envolvamos todo el tiempo a nuestra pareja con amor y pasión, cuidando nuestra relación, siendo las mejores esposas y las mejores amantes.