El asesino silencioso

Mi mama solía contarme la historia de cómo una vez, la infidelidad, los celos y la monotonía apostaron como en poco tiempo podrían acabar con una relación de pareja donde había mucho amor. Así, comenzó la infidelidad con este juego, haciendo de las suyas y a cabo de los seis meses, había logrado causar muchas contrariedades en la relación, pero no separarlos. Entonces le tocó el turno a los celos, el cual con muchas peleas, tampoco logró su cometido, y llegó el turno de la monotonía, quien al ingresar en la relación de los amantes consiguió apartarlos no en seis, sino en cuatro meses, dejando la relación sin una posibilidad de ser rescatada.

La monotonía es el aburrimiento dentro de la rutina, es el asesino silencioso de cualquier relación ya que no nos damos cuenta cuando ésta entra, ni en qué momento comienza a destruir nuestra vida, pues éste asesino malintencionado acaba con todo lo que toca, incluida nuestra felicidad. El problema está en detectarlo ya que desafortunadamente, es después de mucho tiempo que logramos identificarlo y cuando esto pasa, suele ser muy tarde. Por esto, he descubierto que la mejor forma de afrontarlo, es evitándolo desde un principio.

Es normal que con el paso del tiempo todo se tienda a volver rutina, ocurre en el trabajo, el cual al principio es excitante pues uno esta asimilándolo pero luego, puede convertirse en lo habitual donde dejas de aprender y te encuentras haciendo lo mismo todos los días. Lo mismo sucede cuando la monotonía visita al amor. Al comienzo de una relación todo es nuevo sin contar con que estamos pasando por la etapa del enamoramiento y esto nos hace querer estar con esa persona todo el tiempo, pero es cuando esta etapa pasa, que empezamos a amar con racionalidad y sobretodo, empezamos a vivir la realidad de la relación, del día a día, con sus problemas, dilemas y obstáculos, y aquello que puede fortalecerla o debilitarla, depende de la madurez y amor que la pareja se tenga.

Es inevitable que los días no sean rutinarios, entre el trabajo, las labores de la casa, los hijos, las cuentas por pagar, la tecnología, pero es donde se vuelve crucial que el amor e interacción que tenemos con nuestra pareja no lo sea, pues cuando ésta se vuelve monótona es cuando abordan los problemas pues no solo los días se vuelven tediosos, sino también la relación. Con el aburrimiento nos volvemos perezosos y empezamos a dejar que los días pasen sin más, ajenos a la emoción exaltada que debe producir el amor y ese sentimiento, el que nos ilusiona y alegra la vida.

Todo en la vida se debe luchar y cuidar, sobretodo nuestra relación de pareja la que siempre será frágil pues somos humanos y está comprobado que lograr esa estabilidad y satisfacción de dos personas dentro de un compromiso es complicado, por eso requiere tanta paciencia y determinación. Sí, es difícil pero alcanzable, solo hay que quererlo y para esto es importante que aprendamos a dejar los problemas de afuera, afuera, no invitarlos a nuestra casa.

Nuestra casa debe ser ese refugio donde llegamos a olvidar todo lo malo del día, a descansar y a encontrar consuelo y amor. Así debemos procurar sentirnos siempre y que nuestra pareja se sienta igual. Como he dicho antes, es importante innovar en todos los aspectos de nuestra relación, sorprendiendo siempre a nuestra pareja con alguna comida exótica, una película, un baño de espuma o algún juego erótico, para que así, convirtamos nuestra casa en ese templo de placeres y satisfacción donde cosas fascinantes ocurren, animando el espíritu de nuestra pareja para que ésta nunca se canse de la relación y añore llegar a casa, a nuestros brazos.

Claro está, que esto debe ser mutuo, que como nosotras buscamos las formas de sorprenderlos, ellos también lo hagan, luchando ambos por su amor y que éste nunca deje de ser juguetón ni curioso. Por eso es importante que hablen y juntos descubran actividades que ambos disfrutan y háganlas, viajen, salgan a caminar, a comerse un helado, arrunchense desnudos todo el domingo, lo que quieran hacer, háganlo y regocíjense al máximo con cada vivencia estando juntos los dos, viviendo una aventura de su amor.

Debemos luchar por estar motivadas y motivar a la gente a nuestro alrededor para que la ilusión nunca termine y menos las ganas de continuar luchando, aun cuando haya problemas, todo se puede solucionar si somos audaces. Por eso, dejemos la rutina a un lado, seamos ingeniosas e invitemos a nuestra pareja para que también lo sea y que la relación nunca se conozca con la monotonía, haciendo que cada día venga con algo nuevo, haciendo cualquier cosa, que los haga sonreír como pareja.