Aprendiendo a oír al universo
- Susie Sucesos
- 7 jun 2017
- 3 Min. de lectura

Quiero compartirles una experiencia que nos sucedió hace unos años. Mi mama, mi hermana y yo teníamos una cita temprano para firmar un contrato de un negocio que pintaba, sería todo un éxito. Nos levantamos con afán y los ánimos, por alguna extraña razón, no eran los mejores. Por un malentendido que hubo entre mi hermana y mi mamá estas seguían enojadas la una con la otra, lo que demoro nuestra salida de la casa. Al llegar al carro notamos que estaba pinchado y lo peor, la llanta de repuesto también, por lo que decidimos tomar un taxi.
Y las cosas empeoraban, al asomarnos notamos que llovía a cantaros y con granizo, lo que congestiono las calles e imposibilitaba que un taxi respondiera a nuestro llamado. Al ver que íbamos tarde para la reunión en la notaria, mi mama llamo al socio para que éste nos esperara, mientras tanto los corajes empeoraban, mi hermana dudaba de aquel negocio y decía que mejor no lo hiciéramos, a lo que mi mamá solo le respondía que ella sabía lo que hacía. Por mi lado, debo confesar que algo me indicaba que era mejor no cumplir con esa cita pero las ansias y emoción de mi mamá me animaban a continuar con su propósito.
Literalmente, contra peleas y mal tiempo nos ingeniamos la forma de llegar y firmar el dichoso negocio el cual descubrimos unos meses después, se trataba de una estafa que nos hizo perder mucho dinero. Tiempo después, recordando aquel día, me fue imposible no notar las señales que el universo nos envió esa mañana, señales que nos indicaban que no fuéramos a esa cita, que no hiciéramos ese negocio. Mi hermana lo sentía, yo lo sentí y el universo intento detenernos pero fue más la fuerza de la ilusión de que nos iría bien, que no pudimos ver sus mensajes que en aquella ocasión se presentaron por doquier.
Desde esta experiencia, me dedico a ver las señales que me ayuden a saber que camino o decisión es la mejor para mí pues el universo es esa energía infinitamente buena y amorosa que solo busca lo mejor para nosotros, luchando constantemente por que logremos nuestros sueños, solo debemos aprender a oírlo, a detectar sus mensajes y a atender a ese sentimiento que se clava en nuestro pecho y que nos dice que está bien o mal.
Es cierto que debemos luchar por lo que queremos pero hay cosas que debemos soltar, cosas que queríamos para nosotros y que después de no darse nos lamentamos y sentimos desdichados sin comprender que tal vez, eso era lo mejor que nos podía pasar. Cuando una puerta se cierra mil otras se abren, recuerda siempre que lo que es de uno, será para uno, por eso no vale la pena angustiarnos por lo que sucederá pues lo que será, será y será lo mejor que nos pueda pasar.
Ten presente en tus pensamientos que aquella energía que es el universo te está cuidando y no te fallara, lo único que debes hacer es abrirle tus sentidos para oírlo y envíale siempre la mejor energía pues éste responderá de acuerdo con lo que le mandes. He aquí un poco del dharma y el karma que no son más que respuestas del universo a tus acciones. Seamos positivas, siempre con la certeza de que todo va a estar bien, pues no estamos solas. ¡Feliz día!
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