Individualismo vs Independencia

La mayoría de las parejas no saben diferenciar del ser independiente, del ser individualista en lo que respecta a una relación. Ser independiente es tener nuestro espacio para hacer nuestras cosas y poder disfrutar de nuestros amigos, nuestros hobbies, de nosotros sin la necesidad de estar siempre con nuestra pareja para estar felices.

Por otro lado, ser individualista es algo diferente y es donde la mayoría de las personas patinan pues creen que tener a su pareja al margen de los aspectos de su vida es ser independiente y no es así, ya que esta conducta puede derivarse en egoísmo y distanciamiento de la otra persona. Está bien tener nuestros espacios sin nuestra pareja pero compartiendo donde vamos a estar o que vamos a hacer, sin caer en el escenario donde sea un misterio que hace o con quien se ve nuestra pareja.

Yo tenía diecinueve años cuando conocí a mi cuasi esposo y no tenía idea de cómo debía ser una relación, razón por la cual, caí en el error de pensar que tener novio era dejar de hacer mi cosas por mi lado, de salir con mis amigos del colegio y que todo debíamos hacerlo juntos. Es normal caer en este error sobre todo cuando se está iniciando la relación pues estamos felices, en pleno enamoramiento y por eso queremos estar con esa persona todo el tiempo.

Con el paso del tiempo, de los años, fue que me di cuenta del error tan grande que habíamos cometido al permitirnos esas reglas inmaduras en las que no podíamos ser o hacer nada sin el otro al lado. De pronto había dejado a mis amigos a un lado, los cuales también se alejaron cansados de buscarme sin ningún esfuerzo de mi parte por verlos. Los planes se convirtieron en rutina y pronto, me sentí agobiada, molesta y sola.

Cuando no estaba con mi pareja, me sentía solitaria y debo admitir que hasta llegue al punto de aburrirme cuando no estaba con él, dándome cuenta de la dependencia tan espantosa que había creado con mi pareja. Había olvidado mi espacio, mis hobbies y mi tiempo conmigo misma, aquel que poco a poco fui recuperando, encontrándome conmigo para descubrir que sola puedo reflexionar, leer, oír música, disfrutar al 100% de mi compañía.

Aquello no fue fácil para mi relación pues mi pareja había caído en el mismo error de perderse en los momentos solo de los dos, dejando de hacer las cosas que le gustaban o de estar con sus amigos sin que yo tuviera que estar siempre ahí. Por medio del dialogo y varias discusiones, logramos entender lo que necesitábamos para mejorar la relación y lo más importante, para alcanzar de nuevo nuestra independencia personal.

No hay nada más rico que estar con las amigas y compartir con ellas de esas noches solo de chicas donde podemos hablar de todo y reírnos de nosotras mismas. No perdamos nuestras amistades por que encontramos el amor, al contrario, sepamos compartir tiempo con todos sin perdernos de ningún afecto que es tan relevante en nuestra vida.

Mi mamá solía decirme que la vida es como una torta que se debe partir en varios pedazos iguales. Cada pedazo de la torta representa un segmento de nuestra vida que merece de nuestra atención y cuidado, la familia, los amigos, el trabajo, nuestros hobbies, el amor, nuestro tiempo con nosotros mismos, todo por igual para que siempre haya un equilibrio.

Todo al extremo es nocivo, por eso debemos alcanzar un equilibrio en todos los aspectos de nuestra vida. Está bien tener una relación apegada y que nos guste estar todo el tiempo con esa persona, pero es importante saber estar solos, tener nuestros amigos, nuestros planes y espacios para no perder nuestra independencia como seres humanos y sobretodo, nuestra autonomía para tomar decisiones y ser felices sin depender de nadie.

Por otro lado, no convirtamos la independencia en egoísmo y en actos pensados únicamente en nosotros pues tener una relación es pensar también en el bienestar del otro, compartir nuestra vida con alguien especial y afrontar todo lo que esto conlleva.

¿Cuál es la diferencia? Que seamos independientes sin perder esa amistad y confidencia con nuestra pareja, aprendiendo a vivir en una relación sin perder nuestra tiempo y amistad con nosotros mismos. ¡Feliz comienzo de semana!