Saliendo otra vez

Una querida lectora me escribió para preguntarme que debe hacer con su miedo de volver a salir con alguien. Hace un año termino su relación con su novio con quien estuvo cuatro años. La razón por la que terminaron no es importante, lo que es relevante en todo este asunto es que los miedos e inseguridades adquiridas en esa relación están afectando su presente.

Después de salir de una relación larga y sobretodo extenuante, es normal que queramos permanecer algún tiempo solas y lo que me parece lo más prudente pues como saben no hay nada más importante que pasar tiempo con uno mismo, disfrutando de nuestra libertad, de nosotras mismas, enamorándonos de nosotras sin estar en una relación con alguien.

Mi lectora lleva un año sola y después de lograr encontrarse a sí misma conoció a alguien que le gusta y le mueve el piso. Aun cuando la emoción de la nueva ilusión es inevitable también lo es la incertidumbre de no saber qué va a suceder o para donde va todo eso. ¿Vale la pena dejar entrar a alguien que puede afectar la relación única que he instaurado conmigo? Me pregunto.

Al estar sola por tanto tiempo, mi lectora logro encontrar la tranquilad de no depender de nadie, su tiempo es solo suyo y su felicidad viene de ella por lo que teme que al dejar entrar a alguien más en su vida en este momento, solo sea para destruir toda esa armonía que con tanto esmero ha construido con ella misma.

Antes que nada, todos los miedos que sentimos son normales, como lo es el rememorar los errores del pasado y achacárselos a nuestro presente, habito que debemos aprender a destruir pues solo nos invade de energías negativas que influencian nuestro presente impidiéndonos vivir cosas nuevas o abrirle nuestro corazón a alguien que puede llegar a darnos felicidad y amor.

Para conocer si algo nos conviene o si una persona vale la pena debemos primero experimentarlo, aventurarnos y caminar aquel nuevo sendero que la vida nos enseña pues por algo lo puso al frente. Si, por alguna razón el destino te cruzo con esa persona para que se conocieran, ahora depende de ti ver la razón del destino para haber propiciado ese encuentro.

No dejes que los miedos heredados o la inseguridad arruinen la oportunidad de volverte a enamorar. No importa que pase, en el trascurso de esta experiencia tu corazón sabrá avisarte si puedes continuar o salir de ahí, solo debes aprender a escucharlo y a atender las señales que te envía el universo. Si esa persona ha llegado solo para hacerte sonreír, ¿por qué no darle una oportunidad?

He aquí la magia de la vida, el poder experimentar cosas nuevas que nos ayuden a seguir creciendo en este camino a nuestra espiritualidad y fuerza interior. Acepta el desafío de entrar en otra relación la cual sabrás cuidar o saber cuándo renunciar a ella. Recuerda que tus relaciones pasadas te ayudaron a formarte como un ser humano más fuerte y valioso y por eso, no tienen por qué venir a dañar tu presente o la vida que tan valientemente has construido para ti.

Ya despertaste la felicidad en tu alma sin que esta depende de nadie, por consiguiente no importa que suceda, siempre contaras con esa tranquilidad interna de que sabes amarte, lidiar con los problemas y vivir con una mentalidad positiva y con la certeza que todo saldrá como tú quieres. ¡Mucha suerte!