Moviendo a las energías

Como ya saben, hace poco tiempo tuve que pasar por un momento muy difícil en mi relación con mi pareja. Como pasa el tiempo, pasan esas cosas que logran afectar la armonía de tu hogar, en especial, logra afectar tu vida en pareja obligándote a evaluar tu relación y hasta tu vida.

No fue nada fácil, pero después de varios tropiezos, ambos decidimos que valía la pena luchar por todo el amor que nos tenemos y por conservar esa historia que nos precede. Afortunadamente, después de un extenso trayecto por ese camino de lágrimas, peleas, promesas y mucha paciencia, logramos salir adelante y volver a vernos sumergidos en la satisfacción que te produce saber que todo está bien en tu relación.

Posteriormente de sanar mi relación, tuve que comenzar a sanarme a mí misma y hacer todo aquello que me tranquiliza y ayuda para encontrarme otra vez con mi tranquilidad y fuerza interior, limpiando las energías de mi cuerpo por medio del ejercicio y la meditación.

Pero, debía también remover las energías dentro de mi propia casa. Debía remover esa energía de la crisis por la que atravesamos y que el espacio de nuestro hogar tuviera también un segundo aire.

Así que comencé a cambiar las cosas de lugar, hice una limpieza entera de la casa con agua de canela, cambie de lugar mis zapatos, reemplace los cojines de un sofá, moví las lámparas de lugar, compre flores nuevas y lo más extremo, pinte de fucsia una de las paredes de mi sala.

Inmediatamente pude sentir como la energía fluía ligera y vibrante. Un nuevo aire había llegado a mi casa sin contar con lo fascinada que me sentía con el cambio. Un nuevo ambiente envolvió nuestro hogar invitándonos a un mundo nuevo donde todo lo malo ya no existe pues se fue en el momento en que lo decidimos y ayudamos a las energías a moverse, a fluir.

Según el Feng Shui, cambiar las cosas de lugar es una de las maneras más fáciles y efectivas de mover la energía ya que nos permite liberar a esa energía estancada y cansada. Una vez al año, debemos hacer limpieza a fondo de toda nuestra casa y cambiar los muebles de lugar para ayudar a la energía a sacudirse mientras reactivamos todos los espacios de nuestra casa con un nuevo orden o distribución.

Claro está, que es fundamental que cuando hagamos este cambio estemos de buen ánimo, positivas y alegres, ya que los pensamientos que tengamos en ese momento influirán en el movimiento de las energías, por lo que debemos asegurarnos antes que nada, estar en armonía y felices para hacer esos cambios.

Desde hace años juego con las energías de mi casa, en especial con las energías de mi habitación. Una vez al año cambio todo de lugar pero sobretodo lo hago cuando acabo de atravesar por una etapa difícil en mi vida para dejar fluir esas energías dañinas, para que éstas se vayan y no vuelvan jamás.

Puedo decirles que después de ver mi sala modificada por completo, sentí un bienestar interior inexplicable. Me sentí en un lugar nuevo, como si lo malo se hubiera quedado en otra casa y en otro espacio. Logre mover las energías negativas, cultivando las positivas pues todo lo hice con positivismo y mucho cariño, convirtiendo a esa pared fucsia en el símbolo de mi fortaleza y del amor que existe en mi vida, el cual todo lo puede.

Las invito a probar este método y que como yo, logren con solo un espacio empezar de nuevo, fuertes, positivas y animadas en que no importa el problema, lograran salir adelante y superarlo.

No olvidemos que los problemas son inevitables, lo que cuenta es la actitud que tengamos frente a ellos sin olvidar que los problemas existen solo para ayudarnos a crecer espiritualmente, para que seamos cada día más fuertes y certeras en la búsqueda de nuestra felicidad.

¡Feliz Viernes!