El valor de una lagrima

Aparte de conservar tus ojos limpios teniéndolos lubricados e hidratados, las lágrimas liberan nuestras emociones más fuertes e inconscientes, aquellas que guardamos y callamos ocasionando que nuestra alma cargue con toda esa pesadez que luego comenzara a afectar también a nuestro cuerpo.

Llorar es bueno para nuestra salud pues nos relaja y serena, por eso después de llorar nos sentimos cansados y sin energías pues el cuerpo tiene una revolución donde logra despojarse de todo eso que nos agobia, desahogando también a la mente la cual después de esa descarga podrá ver las cosas con más claridad.

Una lágrima es la representación física de nuestras emociones encontradas y por esta razón es tan importante liberarlas pues así también liberamos eso que nos lastima. Retener nuestras emociones, nuestros sentimientos, nuestras lágrimas, solo cohibirá el lenguaje de nuestra alma la cual necesita expresarse.

Después de llorar ¿no sientes que te quitaste un peso de encima? ¿No te sientas más tranquila? Eso es lo que ocasiona el que lloremos, que nos desahoguemos y es por esto que después de llorar suele dar sueño, pues el cuerpo se relaja de tal manera que ya puede reposar tranquilo pues ya se expresó.

Recuerda que todo lo que le pasa a nuestra mente lo somatiza nuestro cuerpo y es por esta razón que a veces nos sentimos más cansadas de lo normal, nos enfermamos con más frecuencia o padecemos de constantes dolores de cabeza, espalda o piernas. Esto es solo la reacción de nuestro cuerpo a las emociones y preocupaciones que preferimos ahogar en lugar de expulsarlas de nuestro sistema.

Una risa y una lágrima tienen el mismo poder de expresión, de libertad y sanación para nuestra alma pues con ambas segregamos endorfinas que nos estimulan, relajan y calman.

Por eso, como no te da vergüenza reír que tampoco te de vergüenza llorar pues el valor de una lagrima está en la de proteger tu estado emocioanal y tu cuerpo, el que sobrelleva todo lo que sucede a la mente.