El príncipe y el Malito
- Susie Sucesos
- 9 nov 2017
- 2 Min. de lectura

Hablando con una de mis pacientes, me enfrente una vez más con la inevitable necesidad que tenemos las mujeres de sentirnos atraídas por esos hombres “malos”. Me refiero a esos hombres egocéntricos y poco gentiles que solo entran a nuestros días a desestabilizarlos y a llenarnos de dudas.
Mi paciente ha tenido varias relaciones con hombres de este tipo, y después de mucho tiempo de estar sola, por fin llego el príncipe a su vida. Este tipo de hombre es muy distinto al otro, pues es detallista, caballero y hasta tierno.
Lo conoció por casualidad, y poco a poco fue notando la diferencia entre el príncipe y el malito. Venia acostumbrada a citas de otro tipo donde nadie le abre la puerta y la cuenta, es dividida al final. De pronto, se vio envuelta en galanteos y atención, los que en vez de hacerla sentir complacida, la abrumaron.
Compartieron varias citas de ese estilo romántico hasta que ella decidió que no quería más. Tanto galanteo la hacían sentir incomoda, al punto de extrañar sus relaciones pasadas y empezar a ver al príncipe, como un niño ingenuo que no sabe nada de la vida.
Y pensé, ¿Desde cuándo la caballerosidad es sinónimo de inexperiencia? Al contrario, es solo una manifestación de la madurez y entereza que tiene un hombre al saber cómo tratar a una mujer, dándole el lugar que se merece, el lugar de una princesa.
La diferencia entre el príncipe y el malito comienza desde su infancia, de la relación que estos hombres tienen con sus padres y de los valores que estos les inculcaron. Puedo decir abiertamente, que los hombres “malos” carecieron de un hogar unido y seguramente, sin una figura paterna o materna que les enseñara lo que es la bondad y lo importante que es tratar bien a una mujer.
Después de dar mi opinión psicológica frente a este tema, pudimos descifrar que la razón de tanto rechazo al príncipe, no venía solo de su manera de tratarla, sino de una falta de química entre los dos. Con esto, fue mejor soltar esa relación, ya que sin química no hay galanteo que valga y menos si no hay magia y la idea de salir con alguien es que nos fascine y lo deseemos, por ninguna razón más.
Es claro que nos encontraremos en nuestra recorrido en busca de esa persona ideal por estas dos clases de hombres y está bien, lo que debemos entender, es qué queremos para nosotras como mujeres que anhelamos ser felices y como verracas, que merecemos lo mejor.
Las invito a detectar la diferencia entre estos dos tipos de hombres y que escojan con inteligencia a quien le dan su tiempo y en especial, a quien le entregan su corazón, pues en cuestiones de perder el tiempo con alguien, es preferible perderlo con alguien que nos abra la puerta a perderlo con alguien que nunca nos amara como deseamos ser amadas.
¡Feliz día!
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