Los Cambios radicales
- Susie Sucesos
- 19 ene 2018
- 2 Min. de lectura

Es muy difícil hacer un cambio radical en tu vida, pero más difícil es permanecer en una situación que no te complace. Hace muy poco tuve que tomar la decisión más radical de todas y fue renunciar a mi relación de doce años con mi pareja.
Les confieso que es lo más duro que he tenido que hacer pero no podía seguir ignorando las señales que el universo me continuaba enviando, diciéndome que ahí, ya no sería feliz.
Es tan deprimente darte cuenta que las cosas en tu vida amorosa han cambiado y que aunque lo intentas, no logras encontrarte de nuevo con esa persona a la que amaste con todo tu corazón.
Y te entran mil dudas y tienes miedo, pero es en esos momentos de incertidumbre cuando tu amor propio es puesto a prueba para ver que tanto eres capaz de soportar, que tan valiente eres por ti, y que tan fuerte puede ser la costumbre.
Es importante que sepamos identificar aquello que nos afecta y erradicarlo de nuestra vida pues solo así, podremos recuperar la alegría perdida. Debemos amarnos al grado de no aceptar nada que obstaculice nuestra tranquilidad emocional pues es muy valiosa y ardua de recuperar.
En mi caso, tuve que enfrentarme a muchas tristezas, aceptar todo lo que se pierde cuando terminas una relación y evaluar todo con cabeza fría. Al final, me deje llevar por las señales y por mi instinto el que me insistía que hiciera un cambio, pues de otra manera, seguiría con ese vacío en mi pecho.
Cuando nos decidimos a hacer un cambio radical en nuestra vida, estamos moviendo las energías de nuestro mundo, regenerando nuestra propia energía para que ésta renazca con más fuerza, como un bombillo que acabas de comprar y el que por ser nuevo, brilla con toda intensidad.
Como siempre les he dicho, los cambios asustan y ahora que lo enfrento, me doy cuenta de eso, aun así, conservo una tranquilidad nueva, una certidumbre de que con este cambio de energías a mí alrededor llegaran muchas cosas buenas, como también lo hará en la vida de mi ex pareja.
Los cambios radicales son los más duros, pero también son los más significativos y por esto vale la pena correr el riesgo de hacerlos. A veces a lo que más le tememos, es lo que nos conducirá hacia la felicidad completa, ya que los nuevos comienzos suelen comenzar con finales tristes que son solo parte de la construcción de nuestra vida.
Hoy quise compartirles estos pensamientos que he adquirido de las vivencias que he tenido que enfrentar, experiencias que llegan a tu vida para enseñarte algo, para que crezcas espiritual y emocionalmente y sobretodo, para que disfrutes tu vida al máximo pues ésta es muy corta como para aceptar vivirla sin una risa brotando de tu alma, todos los días.
¡Feliz Viernes!
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