El después de la relación

El tema del despecho es uno de los más complejos en el ámbito del amor, ya que la mayoría no sabemos qué hacer o mejor dicho, no sabemos cómo actuar cuando estamos saliendo de una relación.

Hablo de cuando las cosas no funcionaron pero aún quedan sentimientos por la otra persona, lo cual solo nos deja heridos, tristes, frustrados, repletos de sentimientos molestos que nacen de la ruptura y que vienen a desestabilizar nuestra emocionalidad y por ende, nuestros días.

No es fácil terminar una relación, independiente del tiempo que esta duro, ya que el tiempo no determina su intensidad ni la cuantía del amor que hubo, factores que sí determinan el dolor o la rabia que pueden quedar cuando ésta finaliza.

Y se termina con esa relación, y tu rutina cambia pues ya no ves, ni compartes tiempo con esa persona. Será inevitable no llorar, emborracharse y en algún momento de debilidad, buscar a la persona en busca de una reconciliación o explicación que aclare el porqué de las cosas.

La tusa es válida vivirla como nos parezca, pero hay que vivirla. Todas las emociones, incluso esas que no nos gustan, deben ser liberadas para sacarlas de nuestro organismo y que no puedan concebir un nido en nosotros que después será difícil de desanudar.

Por eso exprésate, comparte mucho tiempo al lado de familia y amigos, de personas que de verdad te quieren y harán lo imposible porque te sientas mejor. Solo con estas personas te sentirás amado y podrás hablar de cómo te sientes y así, empezar tu sanación por medio de la liberación de tus emociones.

Distraete, la mente puede llevarnos por lugares desagradable y lo que es peor, en este caso te llevará a recordar a esa persona y a enfocarte en los momentos donde fueron felices.

No le permitas a tu mente escoger a donde ir, controla tus pensamientos, llevándolos a repasar en otras cosas o si prefieres, condúcela a la realidad, a ese momento en que terminaste con esa persona y a esos factores que llevaron a que la relación se terminara.

Un malestar típico de la tusa, es el recordar a la persona ausente con cariño, olvidando cómo sucedieron las cosas, maquillando los tropiezos que acabaron con todo.

Hay que ser realistas y no dejar que el extrañar a alguien nos desvíe de cómo en realidad es la persona o como fue la relación pues por algo termino, sea por las razones que sean, se acabó pues no estaba destinado a ser o no era lo mejor para ti.

Como saben, hace unos meses salí de una relación de más de diez años y puedo decirles que todo va a estar bien, pues aun cuando en mi caso no hubo dolor debido a que el final de mi relación fue producto del desamor y de la conciencia cierta de entender lo que uno quiere y no quiere, puedo decirles con certeza que todo pasa por algo.

Sea por medio del desamor, peleas, engaños y sobretodo, momentos duros, aquello son solo enseñanzas que la vida nos da para construirnos una emocionalidad fuerte e inteligente.

El dolor de una relación fallida, no es más que aquello que te formará para ser esa persona en la que debes convertirte para cuando llegue la persona correcta, esa que el universo tiene destinada para ti, con la cual no sufrirás y podrás conocer lo sabroso que es amar y ser amado.

Así que vive tu duelo pero sabiendo que te levantaras más fuerte. Recuerda que el dolor es inevitable pero que el sufrimiento es opcional y solo tú decides si quieres quedarte hundido en la desolación de los recuerdos o, si prefieres entender que todo pasa por algo y que no vale la pena aferrarse a nada que no te haga sonreír.

Recuerda lo mucho que vales y que debes buscar lo mejor para ti, por eso para cerrar les dejo esta hermosa frase de Gabo que espero los haga reflexionar que dice, "Nadie merece tus lágrimas y quien las merezca nunca te hará llorar"

¡Feliz día!