Sin conformismos

"Cada persona obtiene la vida amorosa que merece”

Esta frase la oí en una película hace muchos años y desde entonces, se quedó retumbando en mi cabeza, inmortalizándola para no perderme de mi propósito de tener la vida romántica que anhelo.

La relación de pareja que tenemos es producto de nuestras propias decisiones y por ende, es nuestra responsabilidad asumir el que seamos o no felices con nuestra pareja y me niego a que aceptar, que la dependencia afectiva nos haga conformarnos con menos, olvidando que merecemos lo mejor.

Parte de saber escoger a nuestra pareja tiene que ver mucho con el amor propio, pues el amor que te tengas determinara que aceptas y que no en una relación.

Existen muchas formas de falta de respeto que se nos pueden escapar como lo son los celos excesivos, las críticas, las mentiras o el freno a tu autorrealización.

No hay excusas para que tú pareja, esa persona que debería protegerte y amarte, entre a ser tu verdugo o la persona que te roba tranquilidad y felicidad.

Una relación es para pasarla delicioso con esa otra persona, para tener una vida repleta de romance, de besos, de sexo placentero y de apoyo incondicional. No te conformes con menos, ¡por nada del mundo te permitas hacerlo!

Recuerda lo mucho que vales y que no te merece quien te lastima ni quien no te quiere como tú quieres que te quieran. Es cierto, existen muchas formas de amar, pero busca esa que te llene de dicha.

Las pérdidas que he tenido en la vida me han hecho consciente de lo efímera que ésta puede ser, por eso la importancia de valorarla dándonos lo mejor, procurando rodearnos de gente que valga la pena y de un amor que nos traiga bienestar y no lo contrario.

Así que pregúntate, ¿esta es la vida amorosa que merezco? Pues tú la elegiste y solo tú puedes decidir qué hacer con ella, si seguir viviendo a medias o salir a buscar la vida romántica que anhelas.

No tengas miedo de tomar la decisión, si algo no te llena al cien por ciento es que no vale la pena. Busca lo extraordinario, existe, lo he vivido, aun cuando ha terminado, pues me dejó la certeza de que se puede volver a encontrar y que dure para siempre.

¡Feliz día!